miércoles, agosto 09, 2006

.el hombre que olvidó morir

.publicado originalmente el 01.12.2004

Ojos abiertos y un saludo al sol. ¿Es un día más o un día menos? Algunas veces no recuerdo la diferencia... ¿Será que estoy viejo?, ¿será que estoy solo?, ¿será que esa última vez que toqué a otro ser humano no sentí más que el aire tibio rozando mis dedos?

Desde aquel día juré no tocar a nadie. Nunca más. Si no podía sentirlos, ¿era necesario siquiera intentarlo? Si no me querían allí, ¿era necesario ir por ellos? Ahora creo que es mejor quedarse solo y tranquilo. Y es que la realidad muchas veces te supera. Te supera a ti y a ellos. Es sólo que ellos no han sabido ser lo suficientemente inteligentes para darse cuenta. Tú, un hombre hecho y derecho, has sabido enfrentar los afanes de la realidad y los has vencido. Sus caprichos no te afectarán nunca más. Estar vivo no es más que una opción. Estar muerto, también. ¿Quién dijo que se debe morir?... hasta donde yo sé no es parte de la vida y por lo tanto, está en nosotros decidir si queremos morir o no. Lo que es yo, prefiero seguir aquí, viviendo mi vida como si nada hubiese ocurrido. Me levanto cada mañana, me acuesto cada noche. ¡Es hasta más fácil vivir así! ¿O acaso no es entretenido disfrutar de las cosas lindas de la vida sin tener que pensar en tonteras como el dinero o la comida? A veces no entiendo a los vivos y sus costumbres. ¿Los entiendes tú acaso?...




Sí, sí, ya lo sé… olvidé morir. ¿Y qué?, a veces es más saludable pensar que estás vivo.


 

Creative Commons License
Esta obra es publicada bajo una licencia Creative Commons.